5ª Ronda del PHE: Democracia europea

La mayoría de los participantes opina que el principio de unanimidad debería
en el Consejo de la UE debería suprimirse y sustituirse por la mayoría cualificada.
debería ser sustituido. En una escala de 0 (de ninguna manera) a 10 (sí, absolutamente), los parlamentarios de la Cámara eligieron una media de 7,4. El argumento más importante a favor de la abolición del principio de unanimidad, según los participantes, es la mayor capacidad de actuación que ello crearía.
El argumento más importante a favor de la abolición del principio de unanimidad, según los participantes, es la mayor capacidad de actuación que puede crear. Sin necesidad de unanimidad, las decisiones pueden tomarse con mayor rapidez, una ventaja, especialmente en tiempos de crisis. La supresión del veto genera confianza en la capacidad de actuación de la UE. El contraargumento más importante mencionado fue el riesgo de desequilibrios de poder entre Estados grandes y pequeños. Los Estados miembros más pequeños podrían sentirse excluidos. En consecuencia, el principio de unanimidad salvaguarda la soberanía y la independencia nacionales.

A la pregunta de si debería crearse un consejo ciudadano representativo como órgano consultivo de las
instituciones de la UE, la opinión pública se muestra polifacética y dividida.
y dividida. La puntuación media es de 5,6, lo que indica sólo un ligero apoyo a dicho órgano. Es interesante que los resultados de la votación estén muy repartidos. Las opiniones están divididas sobre esta cuestión. En cuanto al contenido, la mayoría de los participantes están a favor de un consejo ciudadano representativo como medio de crear proximidad y reforzar la confianza en la democracia europea. El argumento más común tanto entre los indecisos como entre los entusiastas cuestiona los criterios de tal medida.

Por ejemplo, los participantes sostuvieron que el proceso de selección debía definirse cuidadosamente y que no todas las cuestiones debían presentarse al comité de ciudadanos. Otros aspectos suscitaron muchas preguntas. ¿Hay que formar a los designados? ¿Cómo se les puede apoyar? ¿Es un comité de este tipo lo suficientemente integrador desde el punto de vista social u otro conjunto de académicos? Los participantes también subrayaron la necesidad de proteger a los
consejos deberían estar protegidos de influencias externas y no convertirse en objeto de grupos de presión.

La tercera pregunta ofrece una imagen clara del sentimiento. Por término medio
los participantes eligieron un valor de 7,5, lo que supone un claro voto a favor del derecho de
a favor del derecho de iniciativa en el Parlamento Europeo. Más de la mitad de
más de la mitad de los resultados de las votaciones se sitúan en la franja superior de votación, entre 8 y 10.
El argumento esgrimido en primer lugar por los partidarios del derecho de iniciativa fue que reforzaría la democracia. Al conceder al Parlamento Europeo el derecho de iniciativa, se refuerza sustancialmente su papel en la estructura de poder de la UE. Esto tiene como consecuencia directa, según los participantes de la Cámara-Parlamento, dar mayor legitimidad a las decisiones europeas. Además, el "derecho real" de una representación popular conlleva un fuerte simbolismo. Los detractores del derecho de iniciativa del Parlamento Europeo señalan que el camino hacia la legislación es más difícil. La duplicación de competencias no sólo alargaría los procedimientos, sino que también debilitaría la influencia de la Comisión Europea. Subrayan que el reparto de poder entre las instituciones es crucial y ven un proceso que funciona bien en la configuración actual.